MI ESTRELLA DE 56 PUNTAS




Gracias a esta foto,
se que empecé con esta aventura 
el 29 de Marzo de 2017





 Mi manía compulsiva,
de firmar y poner fecha en todo aquello que dibujo o escribo...
ha hecho que vuelvan a mis recuerdos estos días.
Recuerdo aquel fin de semana en Albacete.
La mesa del salón llena de telas, rotuladores, y papeles.

Recuerdo que viendo Pinterest, encontré esta foto.
Me encantó.


Recuerdo que pedí ayuda en Facebook,
y también recuerdo que muchas me mandasteis fotos de libros y esquemas de como hacerla.
Incluso recuerdo que UNA de vosotras...( no consigo recordar quién, ni encontrar su correo)
Desinteresadamente me sacó los patrones en su ordenador y me los mandó.
(lo que daría por dar contigo de nuevo)


Gracias a ellos, pude ir recortando dibujos
y organizándome mi paso a paso.





Luego llegó el momento de elegir telas,

de sacar plantillas...
 


Y empezar a marcar y cortar.





Es hora de dibujar a tamaño real mi nuevo proyecto...
(una manía un poco excéntrica jajaja,
pero que me encanta hacer cuando un proyecto no es demasiado grande, para situarme en él)





Recuerdo el pasado verano. Obras en la segunda planta..y yo en el cocinon cosiendo para intentar no ponerme de los nervios.
Así, poco a poco fui cosiendo piezas y montando tira.




Ha llegado el momento de empezar a unir piezas.



Y más piezas.



 Este quilt se divide en 9 bloques.

Vamos a montar los 8 primeros.




En esta ocasión he decidido que sea a máquina y probando nuevas técnicas de corte.
a ver que sale???





Unimos estos tres lotes, y tenemos la primera esquina.



Poco a poco vamos uniendo.





Ya tenemos los 8 primeros...
pero no tengo ni idea de que poner en el bloque central.

¡¡¡Madre mía que mesa1!!!



Pensemos.


Una estrella...como nó???



Y tocaba acolchar...
No os lo vais a creer pero he estado todo el verano de obras... y no sabía donde había metido los hilos de acolchar....

buscando buscando...encontré uno de hacer bolillos.
Este servirá.


Tocaba montar el bastidor,
marcar...

y manos a la obra.


Y después de unas semanas...
el resultado ha sido espectacular.


Me encanta.


HISTORIA DE UN REGALO MUY ESPECIAL.



He de reconocer,
que me cuesta muchiiiiiiiiisimo regalar patchwork.
Creo que solo le regalo a mi hermana Rosa.

No todo el mundo entiende lo que le estas regalando.

Este año tenía que hacer un pequeño detalle,
para agradecer la buenísima labor, de estos cuatro últimos años junto a Guillermo e Isaac.

Entré en un dilema.
Siempre tengo dilema cuando he de regalar algo...
¿Qué regalo?
¿Algo que le guste a la persona a la que va destinado mi detalle?
o
¿Algo que me guste a mí?
Al principio decidí informarme sobre sus gustos y comprar algo que a ella le gustase.
De ahí que termine comprando un libro.

Que cara se me quedó cuando me lo trajeron.
¿Cómo voy a regalar algo de 12 euros?
tan pequeño...
Jajajaja..
Desgraciadamente,
la gente que no estamos habituadas a leer,
no somos capaces de ver más allá.
Inmediatamente... me puse manos a la obra.



Prepararé un bolsito donde meterlo...
y que aparente MÁS.


Al mismo tiempo...
empecé a leer aquel pequeño libro,
¿Cómo puede ser que le vaya a gustar una cuarta edición de un libro que ya tiene?

Me preguntaba para mis adentros.


Poco a poco me fui metiendo
en cada una de aquellas maravillosas bibliotecas.



Madre mía, la de aquel escritor cubano.
En Invernes, al visitar la librería de segunda mano hace unos días... me acordé de él.



Y mientras leía, también bordaba.


Recordé una frase que siempre la llevo presente y la bordé en inglés.


Mi escuela es mi segunda casa,
Pero mi casa es mi primera escuela.


Y mientras cosía iba leyendo aquel bonito libro.
Acordándome de mi padre.
Y de su magnifica biblioteca.
Cuando voy a casa...es muy fácil saber
cual es el libro que está leyendo el abuelo...
El que está forrado con una hoja de periódico.
 Casi siempre del Marca.
Ayer vi que estaba con el Jarama.
( creo que fue el primero que yo conseguí leerme)

Listo, y montado...
Solo me quedaba encontrar
una tarjeta postal antigua,
cinco dólares,
el billete del tren que llevo a Guiller a Madrid para irse a Valladolid a las Olimpiadas Matemáticas.
(segura estoy...que ahí, algo has sembrado)



Y por último... una tarjeta y unas dedicatorias.
Tan importantes en un libro.


Gracias de Corazón.


Moraleja.
Prometo no volver a desmerecer algo...
antes de saber su contenido.
Me encantó leerte Marchamalo.